Cuando hablamos de las HERIDAS EMOCIONALES, nos tenemos que enfocar en realidad en las heridas de infancia, es nuestra niño o niña herida el que está dañado, por eso es tan importante en enfocarnos, en el sanar estas heridas, las que adquirimos a muy temprana edad y son marcadas por nuestros padres, ellos que con todo el amor del mundo nos han dañado, porque también fueron heridos en su infancia.
Las heridas de infancia
las arrastramos durante años, la importancia de sanarlas, es que para ser adultos felices y tener relaciones sanas con nuestras parejas y nuestro entorno, en general y con todos los que amamos, debemos trabajarlas, sino seguiremos heridos y las personas heridas herimos a los demás, no avanzamos, no evolucionamos, por lo tanto no transcendemos.
LA HERIDA DEL ABANDONO, tiene como característica la dependencia emocional.
Es una herida profunda de infancia y que nos marca mucho para elegir sobre todo a nuestras parejas. Los que hemos sufrido el abandono, tendremos que trabajar el miedo a la soledad, el temor a ser rechazados y las barreras invisibles al contacto físico. La herida de abandono utiliza, como medio inconsciente, la dependencia emocional y las adicciones. Esto genera mucho dolor, vacío y soledad interior. A pesar de estar en una relación, sentimos que nunca recibimos el amor necesario, por parte de la pareja. Sentir que el otro no te ama lo suficiente es una de las características principales de la dependencia emocional, la cual nos hace creer que la causa de nuestra tristeza y soledad interna depende del otro cuando, en realidad, está en nuestro interior. Todos tenemos heridas que sanar, el abandono se utiliza como máscara: la dependencia emocional. Abandonar a alguien significa apartarse de él, dejarlo, no desear más tener que ver con él. Si decides abandonarlo te alejas, te marchas, para tomar distancia de forma temporal o definitiva. Muchas personas que sufrimos la herida de abandono es porque hubo una falta de comunicación con nuestros padres, generalmente del sexo opuesto, sentir el abandono de ellos, ya sea simbólico o real, nos marcará por el resto de nuestras vidas.
Quienes sufrimos de abandono consideramos que no somos queridos. Para quitarnos la dependencia. No hay que olvidar que todo esto es de forma inconsciente. Una persona que sufre de dependencia emocional, nunca te dirá que necesita a otro, al revés, es muy probable que intentará demostrar a todo el mundo que es independiente, que no necesita de nadie. Para él la palabra dejar, se asocia a abandonar. Puede tener pensamientos suicidas. Muchas veces utiliza la palabra “solo”o “ausente”. No se abre para recibir amor, ya que tiene miedo de no poder sostener la situación. Siente miedo de las emociones y sabotea su felicidad. Es muy empático, por esto se siente responsable de la felicidad o infelicidad de los demás. Está convencido que el otro es responsable de su felicidad. Puede padecer de agorafobia, el miedo a los lugares abiertos y públicos. A nivel sexual utiliza el sexo para enganchar al otro, si se siente deseado por el otro se siente más importante. La causa principal de las heridas emocionales es la incapacidad de perdonarnos a nosotros mismos.